Cualquier adolescente normal (y en algunos casos los adultos) en todo el mundo son propensos a sufrir de una dolencia común. Independientemente de su origen, independientemente de su posición social e incluso independientemente de su raza o nacionalidad, todos tienen un enemigo común. Y este enemigo se conoce con el nombre temida del acné. Si bien el acné es una parte normal y natural de la creciente
arriba, la mayoría de los jóvenes detestan la simple visión y el tacto de acné. Especialmente en una época en la apariencia externa tiene prioridad sobre todo lo demás, se sienten confundidos, horrorizaron y en algunos casos graves, incluso perturbado por el acné.
Afortunadamente, las compañías farmacéuticas siempre ávidos no han sido laggardly en la detección de esta enfermedad como una fuente excepcional de lucro. Lo que explica el número y alcance de las cremas para el acné que se inundan cada estante del supermercado y farmacia. Esto no es una exageración. Entra a la farmacia más cercana y ver por ti mismo. Yo no estaría sorprendido si usted encuentra una sección entera dedicada a las cremas de acné. De hecho, más que cualquier otro curso de tratamiento, cremas para el acné son vistos y aceptados como el tratamiento del acné más populares.
Y la más común en los tratamientos contra el acné siguen siendo cremas para el acné. Pero ¿alguna vez se preguntó por qué cremas para el acné sigue siendo tan popular? Bueno yo tengo. Y en un intento por encontrar una respuesta, se dirigió a la psicología humana.
En la mayoría de los casos, cremas para el acné no hacen ningún daño, a pesar de que en realidad no puede ser de ayuda para deshacerse del acné. Pero se debe tener cuidado para asegurar que cualquier crema para el acné utilizado debe estar libre de aceite y filtros solares. Todas las cremas para el acné también debe estar libre de elementos comedogénicos para ser útil. Y, por último, todas las cremas para el acné supuestos debería al menos ser fabricado por un fabricante confiable y creíble con el fin de garantizar que, incluso si no proporcionan ningún beneficio, por lo menos deberían provocar más daño.
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